[Ganador del 3º premio en el concurso El Más Peor cuento del mundo]
De las muchas variedades y tipos de detectives, él pertenecía a los que se hacían llamar “escolares de Sherlock”. Corría el año 2242, y en el II Distrito Lunar pocos habitantes conocían al ser que inspiraba y determinaba, en parte, la doctrina de esta escuela. Más de 300 años después, el alguna vez célebre Sherlock Holmes se había convertido en un detalle nimio en la memoria de cualquier historiador que se jactase de conocer la historia previa a
Allí, los 1092 seres humanos que llegaron en el Sorete expropiaron la base lunar soviética “el martillo y la hoz” y, luego de sodomizar a los cosmonautas , establecieron la nueva colonia humana (el II Distrito Lunar de los que saben). “¿Y qué carajo me importa?”, podrán decir. Bueno, nada puedo hacer para resolver sus conflictos motivacionales; pero si me tienen un poquito de paciencia, verán que no fue tan malo seguir el hilo de este relato. Sigamos.
Ben Affleck, el sujeto en discordia, nuestro “héroe” o personaje principal, como les decía al comienzo de este hermoso relato, que espero tengan a bien terminar de recorrer; porque, no quiero ser pesado, pero creo que puede nutrir su experiencia existencial; como les decía, nuestro amigo Ben no era más que uno de los 1092 humanos que llegaron en el Sorete. Por supuesto que la vida en
Es así que ahora el relato se concentra en el casi-presente con la mayoría de estos imbéciles garchadores cansados de garchar, y ahora agrupados en escuelas de detectives con la intensión de averiguar de dónde habían venido (lo habían olvidado) y para qué carajo. Por supuesto, a nadie le quedaba la más mínima duda que este era el fin de la especie humana en el universo tal cual lo conocemos. Tampoco había duda de que era imposible imaginar un final peor para esta especie, ni uno más pelotudo. En fin, tragi-comedia entretenida para Dios, dirán algunos, si es así ¡Que lo disfrute!
De esta manera, “los
Según afirmaba Ben, este gen estaría indignado con la extinción del tigre de Tasmania en manos del hombre; se habría calentado y puesto en campaña para destruir la especie humana. O sea, que el trabajo arduo de ese gen a lo largo de 350 años y en cada una de las personas habría provocado la destrucción del hombre.
Recontra calientes con el gen de mierda, los 1092 decidieron exterminar a este diminuto y perverso ser que parasitaba sus cuerpos; y polvo previo, concretaron el último suicidio humano colectivo (y el fin de la humanidad) felices de haber aniquilado al gen y desenmascarado su perverso plan. ¡Eran verdaderos detectives!
Firma:
El Pelado Pululante de Púlula